Crista Mora
Poetisa madrileña y astur.
Actualmente profesora en la Universidad de Las Artes del Ecuador, nos visita en La Imperfecta para ofrecernos algunos de sus últimos poemas y nos invita a conocer el proyecto que en esa Universidad se está llevando a cabo y que reivindica el derecho de la ciudadanía a la educación en artes.
ME INSPIRÁIS
I
Me inspiráis, lxs quejicas, a quejarme
creéis que la resistencia no es más que negación
y que se puede ir por la vida como va el bravo león.
Sabed que la bandera,
sea cual sea el color
será despedazada sin odio,
con amor.
Cantadme a quienes hayan
transmutado su rencor
en material propicio
para un mundo mejor.
Y si vuestras palabras
no aletean en sus nombres
callad, sólo calladlas
que aquí ya no hacen falta.
Haced versos a esas flores
cuyo tallo aguanta
entre el humo de los coches
de mi barrio.
Pintad entre los muros
de las fachadas vanas
para que yo celebre
todas las mañanas.
Sufrid lo justo
que sus hazañas
no os conquisten el alma.
Secad el llanto
mirad adentro
y que su miedo
no contamine
tu nacimiento.
Romped las cuentas
queredlo todo
desde las trancas
que no os castiguen.
Que no os subyuguen
en el ánimo
que no sucumba
otra.
II.
Deséalo todo, saborea
de-se-ar-lo-to-do
esta conquista
me interesa.
III.
Dispositivos a mi alrededor
fabrico siempre al menos tres.
Hablad del tres
del cambio y la duración
sin ser músicos
musicad
lo bello y lo bruto.
Abrid compuertas
a las historias
tantas otras
el mundo lleno
y haceros caja de resonancia
devenid djembes.
Que comuniquen entre sí
y tú mirando
como a un cielo
estrellado
vuelto lienzo.
Lo percibido ahí
es un efecto
del estar dentro.
IV.
Versificad la herida
y que suene
a redobles.
Que no os la cuenten
atravesadla
haced la alquimia
sacadle el nombre
que cuando ablanda
deviene barro
o palabra.
Escurridiza
pero constante
e intacta,
puntual y escrupulosa
infiel e insobornable
ingrata.
Y la fractura, querida
y cuidada.
V.
Amanecen las calles, su humano diluvio
del gentío que es nadie disuelto a su suerte
emergida quién sabe de dónde, un preludio
Acostada una voz que nos llama a la muerte.
Ciudades tú arrasas pero no te conmueves
tú todo lo niegas y en este repudio
caminos dejados por ti a medias e inertes
el consuelo difícil desnudo el fin uno.
A tu espalda ninguno se atreva a perderse
que tus ojos no tienen destino o augurio
ni tus brazos abrazos ni tus fauces muerden.
Que nos dejes al menos un hilo indeleble
que no sucumbamos todavía a tu efluvio
que respires aún tú en cada brote verde.
VI.
Aparecen sin nombre, dejadas a un lado
las miradas confusas que no saben verte
las mil y unas noches que perdidas a ratos
no han querido marcharse sin dolerte tanto.
Ya claudican mis huestes las oigo en lo alto
ya olvidan mis pieles el azul que te envuelve
acudimos de nuevo jóvenes, intactos
a la arena fatal a pesar de los daños.
Quien no quiera saber que se oculte si puede
que no agote la luz y se quede callado
que no tiemble después, ni se salve pensando.
Que vendrás, ya lo sé, cuando menos te espere
en el llanto infantil susurrándome helado
en el frío invernal a quitarme el regazo.
TIEMPO NUESTRO
Clausurada la comunidad vislumbrada
a lo lejos infatuada de infortunios
y desgracias se degrada
a la velocidad de la luz.
Como escarcha, la savia envenenada
recorre las moradas infantiles
de una en una uniformemente.
Se ayuda de los mil manojos
de brazos ofrecidos al dios
de los suicidios colectivos.
Ella, la intuida, se aleja disfrazada
de traición y la mirada
desde abajo desarmada
de la gente, grita alrededor.
La era de la información para el movimiento
neumático de la voz
representa una guerrilla en cada tramo
por vehicular amor.
ARE YOU A WOMAN?
Y las mujeres,
Esas de ovario y mama
Dónde nos metemos, ¿en qué sitio?
Abstracciones, no otra cosa, todo el tiempo.
Abstracciones de nosotras,
nuestra carne, nuestros huesos.
Pero aún somos biológicas
y gestamos, morimos, e infectamos
como cada ser vivo,
aunque se nos oculte en lo efectivo
Y juguemos siempre al “como si no”.
Como si no supiera que mi vientre,
oídos sordos a la gente, ansía feroz.
Como si no implicase nada,
absoluto, suelto, el gemido, el sexo , la voz.
Apatía, lo contrario del amor
Todo junto, la revuelta, el hilo, la tradición
se sublevan desprovistos de discurso acorde
de nada a favor.
Pero aquí seguimos, vosotras y yo.
¿A DÓNDE IRÍAMOS SIN PREGUNTAR?
A dónde iríamos sin preguntarnos, por ejemplo, ¿A dónde
vamos?
O ¿Qué oscuridad no se puede alcanzar en pleno mediodía?
O ¿Cuándo se decidiría a soltar los remos de una balsa en mitad
de un vendaval?
O ¿Cuándo es apropiado despedirse para tener la conciencia en
paz?
Y tantas preguntas que están hechas siempre ya:
¿Por qué no se lo dije? ¿Me querrá?
¿Confías en lo nuestro?
¿Por que te vas?
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